LAS FILIGRANAS DE PERDER
Mostrando las entradas con la etiqueta Long-Ohni. Mostrar todas las entradas
Mostrando las entradas con la etiqueta Long-Ohni. Mostrar todas las entradas

julio 20, 2007

La Vejez de Catulo - Colaboración desde Argentina


LA VEJEZ DE CATULO
Long-Ohni

(Odi et amo…
Catulo – LXXXV)

Cuando era joven las penumbras de la noche
no herían tanto como la daga del amor.

Más era el llanto que traía la ingrata Lesbia
que la alegría de amistades y de copas;
aun más que la alegría que me daban
los versos hechos en su dulce nombre.

(¡Oh corazón, que has aprendido
a ser avaro y cruel y desconfiado
como un dios arrojado al muladar!)

Cuando era joven, cuando llegaban a mi rostro
manos piadosas, suaves incitaciones de azucenas,
fui feliz, muy feliz entonces, como pocos.

Cuando Lesbia anudaba ilusiones y desprecios,
y el fuego conjurado expuso
mi candidez de niño muy cerca de sus garras,
fui feliz, muy feliz entonces, como pocos.

(¡Oh corazón, que has olvidado
la prudencia sagaz y el vino del ensueño!,
para no ser sino este frágil
cántaro de ansias a la espera, en el embarcadero,
de que lo lleven a las otras islas, al abismo brumoso.)

Lesbia ya no está, ahora es la noche la que intimida,
murallas aguerridas resguardadas por armas
contra las que no se podrá.

Ahora todo llama al vacío anhelante y torvo que ya está aquí.

No lo vemos, empero, jamás querrías verlo...
E igual que tantos miento sin que remuerda, convencido
de que nos guía el Hado, de que
para mentir es necesario conocer la verdad:
la verdad, como una joya caída en los declives del festín.

Ya no odio ni amo, sólo temo que Lesbia no regrese,
que ya nunca más pueda acariciar sus muslos
con estas manos que se están convirtiendo en ceniza.

Mostrando las entradas con la etiqueta Long-Ohni. Mostrar todas las entradas
Mostrando las entradas con la etiqueta Long-Ohni. Mostrar todas las entradas

julio 09, 2007

Buenos Aires se Fue - Colaboración desde Argentina


BUENOS AIRES SE FUE
Long-Ohni

"…Oigo la queja de un bandoneón:
dentro del pecho pide rienda el corazón"

Ya no hay calles sin sueño.
Buenos Aires no canta
ni encuentra a su Gardel en las miradas,
no respira el neón las agrias bocanadas
de pipas filosóficas que cuelgan de las barbas,
ni la vereda angosta se siente atribulada
por los pasos sin nombre que a la noche dan alma.

Corrientes se ha dormido con la cara tapada
por no ver el espanto, la ausencia sin mortaja
y es que duerme desierta
sin los duendes nocturnos que antaño la acunaban.
No escuchan las esquinas la fiebre enajenada
de esas mentes ansiosas de germinar la patria
porque un mortal silencio hicieron las itakas
y acallaron las voces sedientas de utopía.

Ya se ha ido por siempre la silueta delgada
del poeta idealista
que rumiaba sus versos en La Paz y esperanza.
La Academia sostiene un hálito de historia
soterrada en silencio,
ausente de fervores que alumbraban la noche
cuando era Buenos Aires un canto de ilusiones.

Y en El Ciervo las mesas esperan demudadas
que los muertos regresen, que acabe la añoranza.
Las ventanas oscuras con la muerte a horcajadas
le recorren el sueño, la inanidad creada
por este raro exilio del alma desolada.
La polémica ha muerto en todas esas cuadras
y Hegel ya está ausente igual que Macedonio;
Cortázar no acompaña los pocillos humeantes
y Borges en Ginebra
no se traduce en humo de serias trasnochadas.

¿Qué fue de Nietzsche entonces,
de Vasco Pratolini o de Moravia
si los pobres amantes de la Corrientes ancha
ya no tienen siquiera el don de la palabra?
Late el silencio ahora como una campanada
y en esta Buenos Aires impera la nostalgia.

No comments yet

 
Theme By Arephyz, Modified By: §en§ei Magnu§ and Powered by NEO